La serie de televisión “Person of Interest” sigue batiendo récords de audiencia en los Estados Unidos proponiendo una mirada polémica sobre los usos de las tecnologías de videovigilancia para la “lucha contra el terrorismo” en la sociedad norteamericana post-11S. La serie, producida por J. J. Abrams,  ya tiene confirmada su segunda temporada.

Por Luis García Fanlo

“Person of Interest” nos muestra cómo el famoso panóptico de Bentham se ha hecho realidad en los Estados Unidos por la invención de una máquina que procesa la totalidad de las imágenes que captan las cámaras de videovigilancia, los e-mails, conversaciones telefónicas, y todo aquello que es publicado en Internet con el objetivo de prevenir actos de terrorismo. Pero su creador, el multimillonario Harold Finch (Michael Emerson), descubre que también podría ser utilizada para combatir el delito y la inseguridad ciudadana, por lo que decide convertirse en una especie de justiciero convocando en su ayuda a un ex agente de la CIA, John Reese (Jim Caviezel).

De modo que si bien se critica la invasión de privacidad y la “inteligencia interna” que hace el gobierno a espaldas de sus ciudadanos, por otra parte ésta podría estar justificada si se utilizara para combatir la inseguridad. Creo que es esa ambigüedad la que logra atraer la atención de la audiencia masiva que sigue la serie y que se combina con la excelente actuación de Emerson y Caviezel con los clásicos elementos del género conspirativo que Nolan utiliza magistralmente al componer la historia tomando conceptos de las series Rubicon, The Prisoner, Persons Unknown, y la película Batman en su versión Nolan.//z

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