Hablamos con Mariano Goldgrob sobre ¿Qué sois ahora?, su documental sobre la Pequeña Orquesta Reincidentes y sobre cómo fue ver junto a ellos la historia de su separación


Por Martín Barraco y Joel Vargas

 

“Hagamos la peli de la Pequeña Orquesta, me parece que es lo que hay que hacer. Es una película que quiero hacer con vos”. Ese fue el diálogo que dio inicio a todo. Mariano Goldfrob y Gustavo Galuppo unieron fuerzas y talento en la creación de una historia que arrojara algo de luz sobre el final de una banda que fuera un faro de resistencia y autogestión durante el oscurantismo menemista. ¿Qué Sois Ahora? (2011) presenta en sesenta minutos y monedas la historia de la Pequeña Orquesta Reincidentes, grupo surgido allá por los noventa y que a mediados de la década pasada dijera adiós con algunas pocas líneas en un correo electrónico. “Una historia de una banda que estuvo dieciocho años junta, como una relación de pareja. Dieciocho años estuvieron estos tipos juntos y se manejaron completamente al margen de eso, y un día decidieron separarse en el silencio absoluto. Eso es una historia”, sentencia Goldfrob. Y así comienza esta entrevista.

AZ: ¿Cómo arrancaste con el tema del cine y el video?

Mariano: Mi trabajo en el cine tiene que ver más con cierta melomanía que con cierta cinefilia, claramente. Yo empecé a estudiar cine porque un poco me rompió la cabeza la generación dorada de los noventa de tipos que hacían clips y esa fue un poco mi escuela, a la par de todos los americanos grossos: Scorsese, De Palma y demás. Mi gran escuela, de la que yo mamé terminando el secundario y que fue mi escuela, un poco de cine, un poco rara, fueron los clips donde encajaba perfecto.

AZ: Hablás de Spike Jonze, Romanek…

M: Sí, claro, la generación dorada. Eso era porque encajaban perfecto música y cine. Era lo ideal, y después estudié cine en la escuela nacional, en la del INCAA, el ENERC. Hice una primera peli con Mauro (Andrizzi) que se llamo Mono (2006), que también era de música, que circuló bastante y con todo un manto muy experimental. Yo no creo en el documental cuadrado, creo que lo más fácil cuando haces un documental es caer en un lenguaje televisivo. Entonces siempre la apuesta fue, bajo la enseñanza de estos tipos grossos de los noventa, de encontrarle la vuelta a todo y que todo termine siendo cinematográfico. Mono era un poco el retrato de la escena que había quedado post-cromañón. Sin entrevistas, sin nada: eran todos shows en vivo de las bandas, retratar un poco cuál era el mapa musical porteño de esos años donde no había lugares para tocar, paradójicamente. Bandas que tenían el primer disco o no tenían disco casi en ese momento, como Los Álamos, Hacia Dos Veranos, Los Kahunas.

La apuesta era hacer otra peli, otro documental. Hice una primera lista de bandas posibles, que me copaban y que sobretodo habían sido bandas rupturistas o que pensaba que tenían una historia para contar. Empezaron a aparecer muchas bandas: Menos Que Cero, Suárez y la Pequeña Orquesta Reincidentes.

AZ: ¿Qué sentiste cuando escuchaste la Pequeña Orquesta? ¿Qué viste de rupturista y te hizo decidir por ellos?

M: Yo soy un oyente tardío de ellos, escuchaba otra música pero estaba muy al tanto de lo que hacían. En el 2001, cuando yo estudiaba cine, fui a verlos al Club del Vino, no terminaba de convencerme mucho en ese momento también porque escuchaba otras músicas, no me terminaba de convencer mucho su historia World music balcánica y demás. Me gustaban mucho las letras y toda esa cosa más bien rioplatense, más que ese folclore. Y con el tiempo, terminando la primera película, estaba un poco acéfalo de música local y creo que en una charla surgió que tenía que volver a escucharlos. Yo había escuchado Miguita, que no era un disco que me terminaba de convencer, había escuchado los primeros que eran como más darkies, que me gustaban un poco más, pero todavía no le había entrado de lleno. Investigando un poco y viendo, recobrando la historia nuestra de los noventa que por ahí pasaba la próxima peli seguro -porque un poco fue mi década-, me puse a investigar a esas bandas y volver a escuchar un poco a esos discos. En el 2005 me fui a Europa y me llevé Pequeña Orquesta Reincidentes (2000), el disco, y me rompió la cabeza. Creo que me rompió la cabeza en la lejanía, ¿no? Todavía más, en el hecho de estar en Europa y escuchar ese disco. Fue así, entró en sincro y me voló la cabeza. Inmediatamente otra vez me puse a escuchar todos los discos, los que había escuchado y los que no y todo me parecía alucinante. Empezó a madurar que el próximo film era sobre ellos. Lo único que no me cerraba a la hora de hacerlo era que seguían tocando, no le encontraba mas allá de lo musical una historia que vaya de la mano a eso musical, digamos una historia de persona, que es muy importante a la hora de hacer una película de música. El núcleo duro, siempre en cualquier banda, es eso. La música incluso después se la escucha por otros lados, conocés la historia de la banda por otros lados. Yo era programador en el Festival de Mar del Plata y los llevé a tocar, cuando vinieron a Mar del Plata medio que se anunciaba que los tipos se estaban separando, muy sotto voce, ¿no? Muy en un plan que nunca se dijo en realidad.  Después a los pocos años, empecé a girar un poco con Mono, con muchos clips. Mi primera base fueron muchos clips, cortos relacionados muy con la música y ahí pegué mucha onda con Gustavo Galuppo, que es un rosarino, un artista del video, un video-artista de los buenos y él era completamente fan de la banda.

AZ: ¿Y con qué te encontraste? ¿Qué motivos te decidieron contar con ellos? Si bien ellos no lo anunciaron, a la hora de hablar de eso debían estar un poco reacios…

M: Eso está mucho más grafico en la película. Es eso: es el por qué y no es el por qué. Es más melancólico, es como ¿Qué queda? ¿Qué queda después de dieciocho años juntos produciendo arte, al margen de todo? Simplemente voy a intentar dar un pantallazo, porque yo no soy vocero también de ellos. Es como raro. Ellos son su propia historia.

¿Qué cuentan ellos? Yo creo que es un desgaste lógico de cualquier tipo de relación, ¿no? Primero más que nada es un desgaste lógico. Todavía estaba muy fresca la separación y entonces sí se abrieron algunos y otros no pudieron abrirse. Todavía no la tenían clara, estaban atrapados entre el pasado y un poco el futuro. Tengan en cuenta que las entrevistas fueron durante todo el 2009. Ellos se separaban a mediados del 2007 y un poquito más también. No fue fácil la respuesta sobre porqué. Quizás Pesoa la tenga, lo van a ver más elocuente, quizás Pedroncini… Pero en general a ellos les costaba mucho. “Bueno hablemos, pero la verdad no me copa mucho…”, porque por ahí todavía no lo tenés procesado. Era eso, y claramente ahí empezamos a ver que había una cosa muy análoga de una relación de pareja.

También hay todo un contexto donde estuvo la Pequeña Orquesta, todo un contexto histórico y cultural muy jodido, muy de los noventa, muy del neoliberalismo, muy del país que cayó en picada, y estos tipos mientras sacaban sus grandes discos, o discos de quiebre como pueden ser Pequeña Orquesta. Si bien empieza a haber seguidores que los dejan porque no les copa el cambio de sonido, empiezan a tener nuevos seguidores, justamente por ese cambio de sonido. Es un disco rupturista, groso, y es completamente atípico de lo que era la escena argentina de esos años. Los dos primeros son más típicos porque están más emparentados con todo el Palo de Palo Pandolfo de Don Cornelio, siempre hubo bandas dark, bandas más del Parakultural de los ochenta, y más de recuperar una escena que fue muy rica en los 80, fue así. Ya cuando sacan Pequeña Orquesta… no había nadie haciendo eso, no había nadie haciendo lo que ellos estaban haciendo. No quiero dar no nombres ni ser injusto: había una pequeña -otra cosa que está en la peli que es súper interesante- escena pero que nunca se terminó de armar, con Ángela Tullida, con Los Visitantes incluso. Estos tipos estaban como muy solos en el sonido que hacían. Para empezar a crecer tenés que armar una escena y también siempre se manejaron muy parias con lo que era el medio. Fueron muy fieles a eso que procesaban en su música. Quizás ahí están todas las razones: un poco los años, tantos años juntos.

AZ: Esa soledad de remarla…

M: Yo creo que sí, la película es un gran reflejo de cómo vemos el arte tanto Gustavo como yo, de manejarse un poco paria. El arte tiene que ser paria para que sea lo más auténtico posible. Es un poco un cliché del arte, cierta cosa de guerrilla, pero en un punto es así. El arte es ser espontáneo más allá de la guita que tengas. Qué sois ahora? se hizo con cero pesos. Solamente los viajes a Rosario, el tiempo que me tomé para entrevistar, un súper 8 que me di el gusto de usar y después revelar. Es una peli de cero pesos. Volviendo a esta idea, yo no sé qué expectativas tenían ellos con su música, pero al segundo siempre hay expectativa. Si a la película no la hubiese visto nadie, para nosotros hubiera sido un garrón, por suerte se vio y circuló, mas allá del tema que es una banda que conocen pocos porque sigue siendo una banda de culto, una banda desconocida, una banda a descubrir con los años si alguien la saca un poco del olvido. Los mismos proyectos solistas de ellos van acercando gente nueva a la música de la Pequeña Orquesta incluso después de la separación, pero yo siempre creo que hubo expectativas mínimas. Yo no creo que ellos quisieran sonar en radios ni llenar estadios pero siempre hay expectativas. El arte siempre está hecho para que alguien lo vea, con el tiempo entendés eso. Los Reincidentes son eso, son todas esas preguntas. Cómo se manejaron, fueron muy coherentes los tipos y es difícil encontrar una banda coherente durante dieciocho años. Una banda que dure sobre todo y sobreviva al under de los noventa, en pleno menemismo, en pleno neoliberalismo y con las multinacionales cayéndose a pedazos y las que no se caían daban cero. Hay que sobrevivir todo eso. Ellos son sobrevivientes de eso, y eso hace todavía más interesante la historia. Más allá de las relaciones personales, que es muy de esta historia de banda que está junta dieciocho años ¡Solos! En el documental hay un análisis y una crítica de porqué estuvieron solos.

AZ: ¿Cómo se sintieron ellos con el producto final?

M: Fue un flash. La primera proyección en el BAFICI, estuvieron casi todos y después tocaba Juan. Un poco se hizo a espaldas de ellos, pero no quiero ser injusto con eso, porque incluso un ochenta por ciento es material de archivo de ellos. La peli en un setenta por ciento es una peli de Fan footage, de material encontrado en esos cajones que cada uno tenía, grabaciones de novias y de amigos, y material que fueron juntando a lo largo de su historia. Por eso no quiero ser injusto con decir que lo hicimos a sus espaldas, porque nos dimos cuenta que ellos podían contar su historia a través de la música. Sus proyectos solistas ni habían empezado en el momento que hicimos Qué sois ahora?. Recién empezaban con un primer show meses después de hacerles la entrevista. Se terminó armando con la gente que vivió un poco esta historia, que la vivió de afuera y cómo lo impactó. Cómo lo impacta a uno cuando llega por primera vez a la banda, que te parte la cabeza y empezás a establecer con la banda una relación afectiva. Es inevitable, eso es lo que tenía también la Pequeña Orquesta: te involucraba un poco más que como oyente.  Era flashear con las letras, sentías -a la hora de descubrir a la banda- que estabas descubriendo algo muy particular. Un poco la película se armó a través de testimonios casi anónimos, porque no hay caras. De toda la gente que flasheó con esa historia, toda esa gente que a partir de esta cuestión subjetiva de que no son el núcleo duro de la historia, pero que después está también obviamente, es parte de la gracia de cierto final. La verdad que fue muy difícil para nosotros tratar de que ellos puedan ver su historia de manera clara, y la verdad que la posibilidad de ver claramente una historia que recién se termina te la da el tiempo y ese momento no era el tiempo.

La película se terminó de armar de esa manera y cuando la vieron en el BAFICI se sorprendieron mucho porque no tenían mucha idea de lo que íbamos a hacer, y las devoluciones fueron muy geniales, muy lindas. Yo creo que les gustó mucho, que la pasaron muy bien. Ellos me dijeron eso y siempre estamos muy vinculados y después querían llevarla ellos a sus shows. Flashearon mucho con verse y ver qué decían los otros de ellos, y formalmente nosotros, no sé si lo logramos porque sería un poco pedante de mi parte decir que lo logramos o no, pero intentamos estar a la altura en el lenguaje de la peli a lo que ellos hacían musicalmente. No hacer una película cuadrada, no hacer un documental: estar a la altura y tener como un clima y una narración. Una narrativa y un lenguaje que esté a la altura y que se diferencie de la misma manera que ellos lo hicieron musicalmente.

Yo me di cuenta con el tiempo que por más que nosotros hicimos la peli, la historia no es nuestra y ni siquiera la peli es nuestra. Nosotros simplemente juntamos un par de cosas que estaban ahí en el aire, la historia es de ellos. Con Gustavo nos sentimos muy afortunados que nadie la hizo y la pudimos hacer nosotros, contar un poco nosotros. Juntar todas estas cosas: material físico y materiales que estaban en el aire y voces para contar un poco esta historia.