El 8 de diciembre la banda ícono del punk californiano se presenta en vivo en el Estadio Malvinas Argentinas. Con motivo de la visita elegimos diez canciones emblemáticas.

Por Pablo Díaz Marenghi 

 “Linoleum” –  Punk in Drublic (1994)

Primer track del disco que consagraría a NOFX como una referencia del skate punk californiano y el hardcore. Un comienzo demoledor. Dos minutos y diez segundos de una base bajo/batería que arremete como una ametralladora y una letra que convoca al público jóven y adolescente. La identificación es inevitable. Fat Mike, voz y principal compositor, le canta a su disconformidad juvenil -“las posesiones nunca significaron algo para mí, no estoy loco”- y consagra a su piso de linóleo como lo único que lo motiva a seguir existiendo. Ese material en forma de lámina formado por una capa de fibra de yute recubierta con una mezcla aglomerada de corcho en polvo, aceite de linaza y resinas que suele usarse para pavimentar suelos. Uno se imagina a Fat tirado en el suelo, derrotado, luego de alguna noche de excesos y escribiendo los versos de esta canción. “Estoy atrás del bus, estoy en la celda, estoy dentro de tu mente” vocifera,y uno se sumerge en su neurosis cotidiana. Una oda 100% punk tanto en lo sonoro como en lo simbólico.

Lori MeyersPunk in Drublic (1994)

El comienzo, con un in crescendo rabioso, marca el pulso de la época. Los noventas, épocas de grunge y odio visceral anti sistema, erupcionaron diferentes bandas que le gritaron al viento su hartazgo: The Offspring, Green Day, antes Nirvana o grupos de otro estilo como RATM, no se callaban sus dilemas existenciales y el odio que le tenían a las injusticias perpetradas por el capitalismo. “Lori Meyers” tiene una concatenación de acordes que se verá copiada hasta el hartazgo por muchas otras bandas y cuenta una historia de amor infantil frustrado. Lori Meyers, la niña que enamoró a Fat Mike, le advierte que “¿Quién demonios eres tú para decirme cómo vivir?”. Una cenicienta punk (en la voz de Kim Shattuck, lider de The Muffs y ex Pixies) que no espera a ningún príncipe y se niega a aceptar los intentos de Fat por salvarla de lo que parecería ser una depresión existencial o un summum de excesos. Una balada oscura con el ritmo propio de la segunda gran oleada punk.

Dinosaurs Will DiePump Up the Valium (2000)

Esta canción no es solo una bella pincelada de punk californiano rabioso sino que marca un hito en la historia de NOFX. Primero, por formar parte de Pump Up The Valium (2000), el último disco que grabarían con Epitaph Records, discográfica independiente fundada por el guitarrista de Bad Religion, Brett Gurewitz. Segundo, por ser la canción que más evidencia la disconformidad del grupo con la industria de manera explícita: allí Fat Mike las llama “parasitarias” y “prehistóricas” -de allí el juego con los dinosaurios que da título al tema- y cuenta como estará presente para verlas desmoronarse. “¿Qué pasó con el apretón de manos? / ¿Qué pasó con los acuerdos irrompibles? / ¿Qué pasó con la integridad?” grita quien luego fundaría su propio sello, Fat Wreck Chords, y desde allí editaría los futuros discos de NOFX. Allí radica la trascendencia de esta canción que no se quedó solo en la prédica sino que tuvo raigambre en el quehacer del grupo.

Separation of Church and SkateThe War on Errorism (2003)

¿Qué nos pasó? Dentro de un álbum dedicado casi por completo a destrozar la gestión de George W. Bush, esta canción se le planta a la escena punk contemporánea. NOFX se sube a un atril con varios pergaminos encima que los avalan como referentes históricos de la escena punk californiana y comienza a despotricar contra la actualidad de aquel 2000 en donde el punk sonaba cada vez más pop y radial. “¿Cuándo el punk se volvió tan seguro? ¿Cuándo la escena se volvió un chiste?” se pregunta Fat Mike y, haciendo un paralelismo con la separación entre Iglesia y Estado, pide por una separación entre Iglesia y Skate. Dejar atrás valores clericales y volver a la escencia punk rocker que le canta a la injusticia, a la opresión y a la cultura dominante. NOFX clama por el regreso del escupitajo a la frente del poderoso. Estos tres minutos al palo reclaman por el conflicto, la disidencia y el odio a la complacencia.

I’ve Got One Jealous Again, AgainSelf Entitled (2012)

Porque los punks también lloran (el componente melodramático es clave en el lenguaje del one, two, three, four) NOFX pela una balada oscura en su, hasta ahora, último disco de estudio. Este álbum puede quedar desbalanceado si se lo compara con otros clave en su discografía, como Punk in Drublic o The War on Errorism, pero es el que expresa de manera más fiel el presente del grupo. El espíritu del skate y el sol californiano que erosiona los grafittis de los almacenes sigue presente. En esta canción, Fat Mike narra una separación (probablemene la suya,  de su esposa Erin Burkett en 2010) división de bienes y discos. “Quédate con tus Guns and Roses yo me quedo con Fugazi”, canta acomplejado mientras su bajo va marcando el pulso del relato y su voz no pega alaridos como de costumbre sino casi un fraseo de cantautor. La ambivalencia entre el miedo a la libertad y la nostalgia por la ruptura amorosa está presente durante los tres minutos que dura el tema. Es fácil imaginarlo arriba de un amplificador en la sala de ensayo del grupo presentando el tema, desnudando sus miedos más profundos.//∆z

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