El Café Vinilo del barrio de Palermo abrió sus puertas a la Feria Internacional del Disco Independiente. La muestra dejó que músicos y profesionales del vasto campo de la música independiente, contaran sus experiencias.

Por Dacil Lanza

El final de la semana llegó con frío, lluvia, café y discos independientes. En el Café Vinilo de Palermo viejo, entre luz tenue y paredes de ladrillos a la vista, suenan acordes poco familiares. El olor a café se esparce por la atmosfera, al tiempo que músicos independientes exponen sus discos. Algunos dan vueltas por el lugar, el viernes a la noche. Rocambole habla de su arte, rodeado de cd´s, mientras en la sala de al lado se toma café y se escucha la música de la muestra. Es la Feria Internacional del Disco Independiente (FEIDI). Adentro hay arte y hay ganas.
En la primera noche de la FEIDI, el “Mono” Cohen (Rocambole para la mayoría) habla del encuentro entre el arte, el diseño y la gráfica. Anochece, que lo que viene no es poco. Comienza a sonar el primero de los tres conciertos de la noche. La artista dice que esas canciones “son aguas que reciben afluentes y cantan porque es lo que saben hacer”. Después llega la hora de Yusa, para sorpresa de algún desprevenido, la más aplaudida. Cubana, compositora e interprete de rock, jazz y pop con ribetes brasileros. La noche cerró con Uriel Kitay y Balkan Spice, con una propuesta de rítmos balcánicos.
El sábado, antes de los tres conciertos que prepara la noche, aporta una charla para el debate. El tema: una suerte de marketing independiente; las técnicas de quienes la reman para difundir y comercializar su música. Especialistas, desde artistas a periodistas, cuentan acerca de los caminos que recorre la música independiente para llegar al público. El encargado de poner punto final a la velada es el ascendente Pablo Grinjot, con un recital íntimo.
La FEIDI cierra el frío del domingo con el toque que faltaba, después de la gráfica, el marketing y mucha música. Andrés Mayo expone desde una tarima con un proyector y mucho tacto al hablar. La importancia del marketing en la era de las grabaciones caseras, de eso se trata. Hace escuchar fragmentos de temas que él mismo remasterizó. Suenan el flaco Spinetta, Fito, Charly, Pedro Aznar, Luis Salinas y siguen. Andrés habla como si nada de eso lo alejara del piso, tampoco los Grammy ni los Gardel en su haber. Nos muestra el antes y después de la remasterización: hay que parar el oído, pero las diferencias son claras. Andrés Mayo deja sus datos para consultas y asesoramiento, que son gratis, avisa.
Salimos hablando con Leandro Rostein, músico parte de la muestra, que nos cuenta de su Tiempo de Película. Es el clima del Café Vinilo, todos charlan y hablan de sus propuestas sin problemas. Nos vamos y afuera es otoño, es de noche, y hace frío.