Polémico, irreverente, sincero y directo. Stuka, guitarrista de Los Violadores, se metió de llenó en el rol de la música y la sociedad en la previa al regreso del grupo ícono del punk nacional, con su formación original.

Por Agustín Argento

Stuka atiende el teléfono y de fondo se escucha un barullo ensordecedor. Gritos, ruidos de vasos y el saludo de gente que pasa a su lado se filtran a través del audífono. Es el anuncio oficial en un bar de Palermo del regreso de Los Violadores, con su formación original, para el 24 de abril en el Estadio Luna Park. Por ahí, atrás, están dando otras notas el cantante Pil Trafa, el bajista Polaco Zelazek y el baterista Sergio Gramática. Con su apogeo en los ochenta, separaciones y hiatos de los noventa en adelante, los integrantes del grupo se pusieron de acuerdo y vieron que el momento político y social del país los llamaba a una reunión.

“Hace cinco años que nos ofrecían el regreso y no nos convencía. Ahora, con el cambio que hay en el país, sumado a tocar en el Luna y el material que vamos a sacar, nos pareció un momento oportuno”, sostuvo Stuka. “Hay pibes jóvenes que no la curtieron, y nosotros queremos contársela cómo es. Hay momentos en la historia en los que hay que decir presente”, agregó. Según se pueden desprender de las declaraciones, podría parecer que se refiere al inminente gobierno de Mauricio Macri, en contraposición al saliente de Cristina Fernández de Kirchner. Pero no, no hay contraposición en sus palabras.

“En los últimos años, por culpa del gobierno, el país estuvo muy dividido, y eso no es bueno. Ahora hay un cambio (sic) y esperemos que sea para mejor. Pero sin que todos se conviertan en unos oligarcas, eh. Eso no puede pasar, y los músicos tenemos una reponsabilidada ante eso. Nosotos tenemos que estar, siempre, en la vereda de enfrente”, enfatizó el guitarrista, que desde hace unos años años vive en Estados Unidos y viene a Argentina con su grupo solista. “Muchas veces -aclaró- la vuelta puede ser una estafa, pero viendo a la gente y la etapa en la que estamos es un momento de evolución. Durante este tiempo, la gente se fue a una realidad de ficción y la queremos sacar de ahí”.

Las negociaciones para la reunión se dieron por los 30 años de ¿Y ahora qué pasa, eh?, un disco que cambió la concepción del punk nacional, con un sonido que se asemeja más a las variaciones musicales de The Clash y con letras de denuncia política y social, que llevaron a Los Violadores a ser considerados como una de las bandas más influyentes de Latinoamérica. “Es un disco muy particular para mí, porque compuse la mayoría de las canciones. El primer álbum (Los Violadores) es como un disco de punk inglés nacional, pero en este me influencié por bandas como Invisible, así que hay mucha influencia local”, indicó Stuka.

Además del aspecto musical, este álbum fue el que los sacó del under para llevarlos a ser escuchados en todo el país y en varios puntos del continente, aunque, aclaró el músico, “el recital va a tener canciones de todos los trabajos”. A su vez, Stuka confirmó que luego de muchas negociaciones, en 2016 serán reeditados y remasterizados los tres primeros álbumes de la banda: Violadores (1983), Y ahora qué pasa eh? y Fuera de Sektor (1986), publicados por el desaparecido sello Umbral Records -que también editó el primer disco de V8-, noticia positiva, porque las ediciones en CD circulantes no eran genuinas y estaban tomadas de un vinilo o de un cassette, mientras que las nuevas se tomaran del master original.

Además de esa caja triple, para el show del Luna Park se está preparando un DVD con el concierto de Paladium, un libro de fotos de la banda y una película, que se proyectará antes del recital, con la historia de la banda. “Me da bronca que hayan quedado afuera los otros discos por un tema de derechos con Sony. No lo pudimos arreglar, pero me hubiera gustado que también estuvieran porque son muy buenos”.

A pesar de la emoción y ansiedad que sale de la voz de Stuka, el grupo todavía no empezó a ensayar. Lo hará recién en marzo, un mes antes del concierto. En el medio, los cuatro seguirán con sus proyectos musicales y no hablaron sobre el futuro de la banda. El guitarrista dijo que está “disfrutando mucho” este encuentro y que hasta abril no piensa en otras posibles fechas o giras, y mucho menos en otro disco.

En ese sentido, Stuka resaltó el hecho de “hacer siempre lo que uno quiere, siendo lo más claro y sincero posible”, porque el rock, para él, “es eso, es no atarte a nada”. “Cuando transás, perdés la libertad. El rock tiene que ser libre y estar en la vereda de enfrente, siempre. Espero que con la nueva etapa del país no se vuelvan todos oligarcas y el músico va a tener que ver mucho con lo que pase”, repitió, casi como un mantra, antes de regresar al griterío de la presentación del regreso de Los Violadores al grito de “¡Ehhhh de quién es este teléfono!”.//∆z

Para Télam y ArteZeta

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