Un acercamiento y varias apreciaciones del nuevo trabajo de Calle 13 Entren los que quieran.

Por Joel Vargas

Desde el vamos, el cuarto disco de Calle 13, Entren los que quieran, muestra la madurez de las letras que se venían asomando en la anterior placa, Los de atrás vienen conmigo (2008). El Residente se re-convirtió en una suerte de Manu Chao-Guevarista postmoderno, que desde el viaje por Latinoamérica con su hermano El Visitante, pasó de ser un simple cantante de reggaeton a un militante y activista social, que usa las rimas como arma y la música como bandera. Pero ¿cómo un machista recalcitrante se convierte en músico activista, motivado por la igualdad? ¿Simple moda o despertar súbito gracias a ese viaje? Salvando las distancias, al Che le pasó lo mismo con sus viajes por el continente. Pero solamente el tiempo nos dirá si es una fucking moda o una postura auténtica. De todas formas, hay que tener cuidado con la grandilocuencia querido René…

Igualmente, estamos frente a uno de los mejores discos del año. Pasando primero por la tapa ilustrada con una bomba a punto de estallar (mostrando de qué va la cosa), se sigue con canciones plagadas de denuncias y una firme declaración de principios. “Calma Pueblo” es quizás el mejor tema compuesto por la banda puertorriqueña, el que engloba toda su esencia: “Calma pueblo que aquí estoy yo/Lo que no dicen lo digo yo/Lo que sientes tu lo siento yo/Porque yo soy como tu, Duro!”. El Residente, poniéndose a la altura de todo un continente, se convierte en vocero de las desgracias populares que ocasiona el sucio imperio. El espíritu roquero que le da Omar Rodriguez López (guitarrista de Mars Volta), lo hace un clásico instantáneo del Rock Latino, lo que, en definitiva, parece buscarse en Calle 13: un sonido de rock que juega con diferentes ritmos latinoamericanos, fusionándolos hasta parecer otro género ¡Adiós reggaeton superficial! ¡Hola Patria Grande con todos sus ritmos!

El Visitante es como un gran maestro de ceremonias que compone una música digna de las letras de su hermano, es el hombre detrás de la cortina, el que nunca quiere mostrarse. Viendo como su hermana PG-13 y su hermano El Residente se llevan todas las luces, la música es lo que más le importa… el mensaje puro.

La cumbia colombiana mezclada con una guitarra roquera suena en “Vamo´ a portarnos mal”, una fiesta que invita a revelarse a las reglas y contra lo que supuestamente está bien. “La Bala” es un tema que sobresale por la precisión de René para describir con minuciosidad el recorrido de un proyectil, mostrando una realidad que cada día es mas cierta: “No hay mucha comida/pero hay muchas balas”. En toda la canción se descubre una épica western y unas guitarras oscuras que, por momentos, hacen acordar a punteos ricoteros. “Latinoamérica”, tal vez la canción que mejor refleja la realidad y la génesis del continente, es una canción que emociona por su letra y por las voces femeninas invitadas: Totó La Momposina, Susana Baca y María Rita, un verdadero crisol de voces hermosas que cantan la imposibilidad de comprar la vida y la alegría, el viento, el sol, la lluvia, los colores, el calor y los dolores de los latinoamericanos, haciendo emocionar a más de uno a la hora de escucharla.

Y como bien dice El Residente “Perdono pero nunca olvido”. No olvidemos y brindemos porque cada vez haya más músicos conscientes de nuestra realidad, pues la lucha por y la construcción de una nueva realidad para todos se hacen entre los que queramos.