Artista sensible, con una intensa discografía solista, tocó también con Antony & The Johnsons, Rufus Wainwright y Lou Reed y estuvo involucrada sentimentalmente con Jeff Buckley. ArteZeta tuvo la oportunidad de tomar un café con ella en un bar de San Telmo y conversar sobre su visita a nuestro país.

Por Andrés Ruiz

Foto de portada del Facebook oficial

La visita de Joan Wasser nos tomó por sorpresa. De hecho somos pocos los que sabemos que Wasser tiene un alter ego musical  llamado Joan As Police Woman. Amigos suyos lograron convencerla de venir por primera vez a Argentina y Sudamérica, en lo que parecía iba a ser un viaje de descanso, para simplemente pasar unos días en Buenos Aires. Pero la convencieron de realizar un show sorpresa en un pequeño y bonito lugar (el CLUB DE MÚSICA) en Palermo. Bastaba solo un piano y una guitarra acústica para poder realizarlo, y esto generó que hoy Joan esté además preparando una gira en solitario por diversos países de Europa y por Estados Unidos.

Joan estuvo rodeada siempre de grandes músicos, ya sea en los escenarios, en discos o en lo amoroso. Estaba en pareja con el legendario Jeff Buckley cuando el agua se lo llevó, hizo coros en la que sería la última gira de Lou Reed, tocó junto a Antony Hegarty de Antony & The Johnsons en su disco más exitoso, I Am A Bird Now, de 2005, y también acompañó a Rufus Wainwright.

Foto: David A. Fitschen

Al verla en persona, compartiendo un café en un bar antiguo de San Telmo, se nota que Joan es intensa como los músicos antes mencionados, y que su vida no ha sido nada fácil. En estos días está saliendo un compilado de sus discos, en una especie de nuevo renacer. Luego de Buenos Aires viajó a Londres a participar de un proyecto de música africana junto a Damon Albarn y el eximio baterista Tony Allen, no pensado para la grabación de un disco. Pero antes se sentó a hablar con nosotros.

Joan Wasser: Vi la película de Piazzolla hace una semana en un cine en Plaza Congreso (habla del Cine Gaumont y del excelente documental “Los Años Del Tiburón). Es tan buena…

AZ: Es realmente muy buena. ¡Qué sorpresa tenerte por aquí! ¿Qué fue lo que sucedió?

JW: Bueno, vine a visitar amigos. Es mi primera vez aquí y en Sudamérica y siempre quise venir. Necesitaba a la vez tomarme un descanso porque soy de trabajar todo el tiempo, así que necesitaba escapar de mí misma de Nueva York. Salir. Estamos teniendo un tiempo muy terrible allá, muy muy frío. Así que era una buena oportunidad de visitar a mis amigos.

AZ: ¿Cómo te contactaste con tus amigos que viven en Buenos Aires?

JW: Bueno, nacieron acá y son músicos, y viven acá. Conocí también a Pablo (Grinjot), quese encargó de arreglar el show. Buena gente.

AZ: Entonces finalmente decidiste no solamente descansar…

JW: Lo sé (risas). Encontré finalmente una forma de no descansar, pero el concierto es muy íntimo y en un pequeño club.

AZ: Tu último disco del año pasado, Damned Devotion, es más experimental que tus anteriores. ¿Pensás lo mismo?

JW: Sí. A veces no sé cómo traducir las expresiones a diferentes idiomas, porque en inglés “Devotion” no significa solo una palabra religiosa. Puede ser religiosa, puede ser espiritual, podés ser “devoto de tu esposa”, o “devoto de la música”. Yo, por ejemplo, soy devota de mi música. Siempre estoy enfocada y mucho en la música que hago en el estudio o, también, puedo estar enfocada en una persona. Es maravilloso pero a la vez me puede volver loca, así que trato de realizar un balance.

AZ: Así que el balance se encuentra en este momento en Buenos Aires.

JW: Así es. Decidí permanecer solo acá. Este lugar es tan mágico… sé que las cosas están duras en Buenos Aires, pero es lo mismo para nosotros en Estados Unidos. Vivo en Nueva York, que parece una ciudad europea. Parece separada del resto del país. Desde que está “el innombrable” todos estamos con miedo, neuróticos…

AZ: Bueno, acá pasa algo similar (risas).

JW: Se nota. Pero también pasa en Inglaterra, en todo el mundo en general. En mi país mejor no vayas a Texas, toda la gente está armada.

AZ: Qué increible, ¿no? Tenemos dos presidentes locos.

JW: Macri… ¡chau Macri!  ¿Puede otra persona salir elegido?

AZ: Este año tenemos elecciones a Presidente, pero no sabemos qué puede llegar a ocurrir.

JW: Ok, da tanto miedo. Ojalá haya esperanzas de que todo mejore.

AZ: Estuviste de gira con Lou Reed. Una vez tuve la suerte de entrevistarlo. Me dijo en el año 2000 que si George W. Bush salía elegido presidente iba a ser algo muy destructivo no solo para Estados Unidos, sino para el mundo. Y eso efectivamente sucedió, fue un desastre.

JW: Es que esa es la palabra justa: desastre.

AZ: ¿Y la industria musical? ¿También es otro desastre?

JW: Ohhh (risas)… la industria musical. Ya ni sé qué es la industria musical porque está tan equivocada, ya no conozco. Pero noto que hay muchos músicos más políticamente activos. Eso es muy bueno. ¿Cómo es aquí? ¿Sucede lo mismo?

AZ: Más o menos. Es como que hay un miedo dando vueltas. La gente tiene miedo de perder sus trabajos y en los medios de comunicación masivos hay muchos problemas. No sé si en Estados Unidos será igual…

JW: Sí, sí, no estamos teniendo prensa libre y eso da miedo.

AZ: Aquí tenemos libertad de pensamiento pero no nos pagan, es una aventura sobrevivir si no estás de acuerdo con ellos.

JW: Bueno, eso sucede también con los músicos, como decís, es una gran aventura ser músico en estos días.

AZ: Hablando de grandes músicos, no recordaba tu participación en ese enorme disco de Antony and the Johnsons llamado I Am A Bird Now. ¿Cómo fue tocar con él?

JW: Toqué violín. Me uní a la banda en 1999. I Am… se editó en 2004. Justo ese año empecé a girar con Rufus Wainwright. Me ofrecieron abrir sus shows y mi carrera como solista no había casi comenzado. Sabés que tocar con Rufus es sorprendente. Me uní a la banda de Antony cuando estaba atravesando un momento muy difícil, y unirme a ellos me ayudó mucho. Su música es muy tranquila y hermosa. Antony es una persona que cura. Su voz es hermosa, cuando canta parece que llorara.

AZ: Las canciones con Lou Reed y Boy George del disco generan mucha emoción, todo el disco I Am A Bird Now

JW: La voz de Antony es muy emocional. Cada segundo de su voz es emocional.  Ahora ya no es más Antony, se llama Anohni.

AZ: Y en lo emocional, estás preparando un show solo acompañada por un piano y una guitarra, sola en el escenario…

JW: Hago canciones de todos mis discos, adapto el formato hacia lo acústico. Me gusta este desafío de tocar sola. Tocar simple.

AZ: Hoy me hacías recordar que es el cumpleaños de Lou Reed (NdR: la nota se realizó el 2 de Marzo). Imagino que debe haber sido muy importante para vos formar parte de lo que sería su último tour…

JW: Fue una gran, gran experiencia. Abría sus shows y luego estaba con su banda. Así que cantaba “Doo Doo Doo Doo Doo“, y cada vez que la cantaba… (se emociona). Así que, bueno, tocaba también violín y recuerdo mucho cuando hacíamos “I’m Waiting For The Man”.

AZ: Una versión extensa, la recuerdo.

JW: ¡Sí! El sonido en el escenario era muy fuerte, y la canción me ponía en estado de trance.

AZ: Minimalismo.

JW: ¡Claro! Sentí que salía de mi cuerpo e iba hacia otro planeta. Y eso sucedía todas las noches. Adoro a Lou. Fue un honor subir a un escenario junto a él.

AZ: Y en el tour presentaba canciones de un disco muy cuestionado que fue Lulu (2011).

JW: Oh, sí. Los arreglos que hizo con la banda en vivo fueron diferentes al disco. ¡Los músicos eran muy, muy buenos! Las canciones sonaban gigantes.

AZ: Y el día que te enteraste que Lou había finalmente partido, ¿qué sentiste?

JW: Me llamaron por teléfono. Sabía que Lou estaba en sus días finales, así que para mí no fue una sorpresa. Habíamos tenido pocos días atrás una cena y él hablaba de una forma que ya sabía que iba a morir. Esa vez fue la última vez que lo vi. Fue un momento muy emocionante.AZ: ¿Estás ya componiendo canciones para un próximo álbum?

JW: Todavía estoy girando con mi último disco con la banda. En mayo arranco una gira sola, como el show aquí en Buenos Aires. Así que es bueno empezar acá con este formato. Estaré de gira desde mayo hasta noviembre por Australia y Europa… ¡pero quiero regresar acá! Amo esta ciudad mágica. ¿Disfrutás vivir acá?

AZ: Claro, quizás no es ya una sorpresa para mí vivir en Buenos Aires. Estuve recientemente un tiempo en Brasil y fue sorprendente para mí.

JW: En Brasil también han sucedido cosas. Es curioso porque las personas que conocemos no votan a los que están gobernando, así que es confuso.

AZ: Como el título de uno de los últimos discos de Dylan, Modern Times. Sé que estuviste también tocando junto a Jeff Buckley, otro gran artista…

JW: Bueno, estábamos juntos. Tocábamos juntos cuando estábamos en pareja, pero nunca tocamos en público. Realmente fue una sorpresa lo que sucedió.

Foto: David A. Fitschen 

AZ: ¿Quiénes sentís que fueron tus influencias musicales?

JW: Es difícil contestar porque escucho música todo el tiempo, pero admiro a mujeres como Roberta Flack, Joni Mitchell, Nina Simone, Dusty Springfield. Tenemos la suerte de tenerla viva a Joni. Vi la celebración de su concierto homenaje cuando cumplió 75 años. Sé que aquí en Argentina hay una rica historia musical. Escuché a Piazzolla, a Yupanqui, y me recomendaron escuchar a un músico llamado Luis Alberto Spinetta.

Fotos: Maria Alejandra Cristaldo

Al día siguiente, Joan nos sorprendería con su preciosa voz. Alcanzó con un piano. Nada más y nada menos que un piano y una guitarra casi de juguete para confirmarnos su enorme calidad de artista ante un pequeño club atestado de gente que llegó a un concierto casi sin difusión. Como en los cafés de los años ’50 o principios de los ’60. Allí estaba la enorme Joan As Police Woman. //∆z