En su primera visita al país, Nada Surf despidió el fin de semana largo en Niceto con una fiesta que empezó tarde pero que terminó bien arriba.

Por Martín Barraco

Fotos de Gonzalo Iglesias

No circulaban muchos autos por la puerta de Niceto Club a eso de las ocho de la noche, donde se esperaba para ver a Nada Surf tocar por primera vez en Argentina y presentar su último disco, The Stars Are Indifferent to Astronomy. Cuando la espera parecía hacerse eterna, un anuncio sorprende a todos: el show se retrasa hasta las 23:30. El desconcierto era general, pero mientras algunos esperaban estoicamente en la puerta del lugar otros buscaban hacer tiempo y calmar sus ansias en una pizzería cercana, donde apareció el mismísimo Carlos Salvador Bilardo para hacer un pedido. El momento de color de la noche, sin dudas: el doctor se saludó con todos y no se negó a la hora de las fotos.

Alrededor de las 23:20, se abrieron las puertas de Niceto y quienes ingresaban al lugar fueron recibidos con la música de Valle de Muñecas y un enorme Luciano “Manza” Esaín que machacaba los parches de su batería al rojo vivo. La banda se llevó el aplauso de todos con un set corto pero sumamente efectivo. Minutos después fue el turno de Satan Dealers y su rock garagero para presentar temas de su nuevo trabajo. El público se hacía más numeroso y las guitarras más poderosas, y para su último tema, “El Antifaz”, Adrían Outeda terminó cantando entre el público y trepándose luego al escenario mientras se preparaban los equipos para el acto principal de la noche.

Si bien estaba todo listo para que Nada Surf empezara su show cerca de la una de la madrugada, se los oía ultimar detalles detrás del telón. Hubo que esperar un poco más y cuando Matthew Caws (guitarra y voz), Dani Lorca (bajo) y Ira Elliot (batería) aparecieron en el escenario arrancaron con “Clear Eye Clouded Mind” no sin antes disculparse por el retraso. “Perdón por el puto quilombo” fueron las palabras exactas del bajista español, tras el primer tema y enseguida la banda empezó una seguidilla de canciones para calentar al público y hacerlos saltar. A “Waiting For Something” y “Happy Kid” se sumaron “What Is Your Secret?”, “Teenage Dreams”, “Weightless” y “Amateur”, cuya letra es un fiel reflejo de Nada Surf en vivo: “cada noche es la última noche, cada vez es la última vez”. Energía en estado puro representada en tres amigos que desde su adolescencia tocan juntos como si fuera verdaderamente la última vez.

Entre tema y tema la gente hacía sus pedidos, queriendo cumplir el sueño de escuchar sus canciones favoritas (“See These Bones” y “Treehouse” las más solicitadas) por primera vez. “Hacemos lo que podemos”, bromeaba Matthew Caws, contagiado por la felicidad del público, y de a poco iría cumpliendo con todos.

La primera gran ovación de la noche llegó con “Whose Authority”, tema cantado y coreado por todo Niceto. Luego, de cantarle el cumpleaños a Martin Wenk (trompetista de Calexico y colaborador del grupo junto al ex Guided By Voices, Doug Gillard) el show continuó con “Jules and Jim” y “When I Was Young”, mechadas con “Hyperspace” y “80 Windows”. Para el cierre -y cumpliendo con los pedidos- llegaron “Treehouse” y “See These Bones”.

Lo mejor igual quedaba para los bises: “Popular” y “Always Love” desataron el pogo más festivo de la noche, y ya para el final con “Blankest Year”, banda y público cantaban al unísono “Oh fuck it, I’m gonna have a party” (“A la mierda, voy a hacer una fiesta”), terminando un frío feriado con una fiesta bien caliente.

De yapa, te dejamos un video post show de Matthew Caws con la acústica para todos sus fans.