En In Colour, Jamie Smith coloca su techno-house minimalista en un nivel más alto de sofisticación. El debut solista del show runner de The XX es la muestra de un artista ecléctico que se obsesionó también por el hip-hop y la música dance.

Por Walter Sosa

En el universo del pop/rock electrónico el nombre de Jamie XX se transformó en más que un sinónimo de revelación. No solo por haberse destacado en la banda que comparte con Romy Madley Croft y Oliver Sim sino porque además desde hace tiempo bien supo sacar chapa de dj para alcurnias exclusivas. A sus veintiséis años, era hora que este productor fenómeno se animara a definir su identidad musical con un repertorio coherente de tracks que se insertan en la corriente bailable de la british music y que eluden la banalidad sebácea de los tomorrowlands.

Conquistadas todas las bandejas, al joven británico le faltaba darse el gusto de por fin grabar un disco solista. Había recolectado bastante información y sus gustos se habían vuelto bastante eclécticos, tal vez por esa necesidad constante que tienen los artistas de innovar y descubrir algo nuevo. Arte, búsqueda, arte. Por en eso In Colour, lejos de ser una obra que represente ortodoxamente al minimalismo, Jamie coquetea de manera experimental con una tradición electrónica que bien podría insertarse híbrida entre Fat Boy Slim y Brian Eno. ¿Intelligence Dance Music? No exactamente.

¿Qué es lo que nos trae el niño prodigio del indie-pop? El abrirse a diferentes festivales hizo que sus manías introvertidas toquen los tarros para sumergirse en una onda más top, más clubber que rave, más Caribou que Tycho. No obstante, el artífice de The XX no descarta la abstracción como motor inmóvil y por esta razón, un poco de la esencia de su banda se escucha entre los beats. Es que aunque hoy se encuentre más adosado con la música dance, las propuestas que más le interesan no dejan de ser aquellas que propicien una experiencia emocional.

Para esta oportunidad volvió a codearse con Four Tet, quien produce tal vez el mejor trabajo del flamante álbum: “I Know There’s Gonna Be (Good Times)”, una suerte de rap-dance puesto en marcha con la colaboración de Popcaan y el rapero Young Thug.

Aunque ésta es su primera incursión discográfica en solitario -había tenido una experiencia aparte con Gil Scotto-Heron- tampoco deja de recurrir a sus viejos amigos de The XX. Oliver y Romy están presentes en tres de los diez tracks. Romy poniéndose como crooner en “SeeSaw” y “Loud Places” –las canciones podrían pasar desapercibidas en un disco de los XX- mientras que Oliver en “Stranger in a Room” nos regala tensión y melancolía.

Podríamos pensar entonces que In Colour, en la carrera de Jamie Smith, es ante todo un enlace, un puente, un punto de conexión y bisagra entre aquello que ya hizo y esto que esta por venir.//z