La actriz francesa Mélanie Laurent (más conocida por su papel como Shossana en Bastardos sin gloria de Quentin Tarantino) deja las cámaras por un momento y, con la ayuda de Damien Rice, se embarca en su primer aventura como cantante con su disco debut En t’attendant.

Por Emmanuel Patrone

Cuando repasamos la monumental lista de actores y actrices que alguna vez en sus carreras decidieron dejar por un momento las tablas y las cámaras para intentar destacarse frente al micrófono como cantantes, uno en seguida empieza a sentir escalofríos recorriendo su cuerpo. ¿Steven Seagal? ¿Eddie Murphy? ¿Bruce Willis? No nos vayamos tan lejos, tampoco. ¿Alguien se acuerda del disco de Leticia Brédice? (disculpen por poner de nuevo en sus cabezas a “No Love, No Sex”). Por supuesto, hay excepciones (Jenny Lewis o Zooey Deschanel han salido airosas, por poner ejemplos recientes), pero cuando leemos la noticia de que alguna estrella del cine ascendente oportunista se encerró a grabar con algún productor famoso su disco debut, no tardan en aparecer las preguntas obvias: ¿Sabe componer? ¿Sabe cantar? ¿Por qué mejor no se dedica a actuar?

Mélanie Laurent se suma a este controversial salón de la fama de actrices convertidas en cantantes. Como otras compatriotas en el pasado (caso Brigitte Bardot, sin más), la francesa de 28 años lanzó en el mes de mayo su disco debut, En t’attendant. Se podría discutir que es el momento ideal de incursionar en otros ámbitos para la rubia, quien en los últimos años recibió un merecido reconocimiento por su papel en la excelente Bastardos sin gloria de Quentin Tarantino, donde personifica a Shoshanna Dreyfus, una joven judía dueña de un cine, con sed de venganza. Como era de esperar, sola, solita, no podía, así que para tenderle una mano llegó el cantautor irlandés Damien Rice, quien co-compuso y produjo varios de los tracks en En t’attendant, además de aparecer en dueto junto a Laurent en dos de temas, “Everything You’re Not Supposed to Be” y “Uncomfortable”.

Una de las cosas que se puede rescatar de En t’attendant es que no se siente como un trabajo apresurado. Y esto es necesario aclararlo, porque Laurent podría haber aprovechado su nombre y sacado un disco plástico, lleno de beats irrisorios y efectos de post-producción. Afortunadamente, la francesa tiene mejor gusto, y su álbum debut está repleto de arreglos orquestales suntuosos, coros, pianos y guitarras acústicas que se sienten más orgánicos aunque a veces pequen de bombásticos. Algunos de los mejores momentos del disco provienen de esa decisión. “Kiss”, por ejemplo, suena al pop barroco de Arcade Fire pero sin el dramatismo catártico que suelen imprimirle los canadienses, con un estribillo incandescente. Otra destacada es “Je connais”, que presenta otra coda adorable de varias voces femeninas. En la misma onda, también valen la pena señalar a “Circus”, “Insomnie” y el track homónimo al disco.

Laurent se vale de la tradición chanson francesa como referencia para poner su voz, por lo que en gran parte del álbum se dedica a recitar en vez de cantar. Si uno no sabe francés (como quien suscribe) podría estar sintiendo que se está perdiendo de algo valioso en lo que respecta a letras, pero no es necesario ser un francoparlante para disfrutar del álbum: el fraseo de Mélanie es lo suficientemente seductor como para hacer que uno deje las orejas pegadas a los parlantes. “Y como cantante ¿cómo es?”, se preguntarán. “Y bueno”, comenzaría la respuesta, “no es Édith Piaf pero tampoco Scarlett Johansson” (te queremos igual, Scarlett). Digamos que su destreza como vocalista es limitada, y por instantes se la escucha algo incómoda (“Papa” es el máximo ejemplo), pero ella misma parece saberlo y es por eso que tampoco intenta piruetas ridículas o cambios de tono innecesarios.

En t’attendant representa, entonces, un primer desafío superado (casi siempre el más difícil) para la carrera como cantante de Mélanie Laurent. Con el insoslayable auxilio de Damien Rice, logró un álbum placentero, fácil de escuchar, con unas cuantas canciones de pop orquestal que están entre las más logradas del género de este año. Trés jolie.

AZ recomienda: “Everything You’re Not Supposed to Be”, “Kiss”, “Je connais”, “Insomnie”.

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