El atentado de mayor magnitud de los últimos tiempos inspiró a los cineastas a ponerse a trabajar y plasmar sus visiones encontradas en las pantallas, grandes y chicas.

Por Julieta Redondo

Durante los diez años que pasaron desde el  atentado que derribó las Torres Gemelas en Nueva York, se han hecho numerosas producciones cinematográficas que muestran los diferentes puntos de vista sobre los hechos. Los realizadores hablan en sus trabajos tanto de terrorismo islámico como de la responsabilidad del propio gobierno estadounidense.

Lo más común de observar en el material es el recurso de apelar a lo emotivo y lo humano de la tragedia del 11 de septiembre de 2001, en la que casi tres mil personas –entre ellas trabajadores del centro financiero, rescatistas y vecinos– perdieron la vida. Los testimonios de familiares y amigos de las víctimas y sus historias personales son usualmente el eje del contenido: el heroísmo, música que sensibiliza y banderas flameando con orgullo. Algunos de estos trabajos son World Trade Center (2006) de Oliver Stone, y el filme colectivo 11-09-01, September 11 (2002), llevado adelante por once directores.

Otro aspecto notorio en varias producciones es el odio que se fomenta hacia el pueblo islámico en general, siendo que los ataques a las Torres y al Pentágono se adjudicaron al grupo yihadista Al-Qaeda, de acuerdo al relato oficial. Esta intención parece haber dado resultado, si se tiene en cuenta el apoyo masivo a Bush de parte de los norteamericanos durante la invasión de Irak en 2003.

Sin embargo, otras visiones amplían el panorama que muchos homogeneizaron. Para cineastas como Michael Moore, los responsables de los atentados fueron los mismísimos gobernantes de su país. En su película-documental Fahrenheit 9/11 (2004), plantea la búsqueda de una excusa para invadir posteriormente a Irak y habla de los vínculos comerciales poco conocidos entre las familias Bush y Bin Laden.

El documental Zeitgeist (2007), de Peter Joseph, también apunta a la idea de un autoatentado estadounidense. Muestra imágenes bastante perturbadoras, que dejan pensando: en varias partes de las Torres estallaron explosivos, y se cortaron los pilares de los edificios de forma precisa, causando su venida abajo. La película de Joseph sólo circuló a través de Internet, pero igualmente recorrió el mundo. 

En el décimo aniversario del ataque, en el Ground Zero -el área que otrora ocupaban las Torres caídas-, se inauguró oficialmente un monumento en un acto en su memoria. El arquitecto que lo diseñó respetó la voluntad de los familiares de los fallecidos de no volver a construir sobre el mismo lugar, y creó entonces dos enormes fuentes rodeadas por placas con el nombre de cada una de las víctimas. Actualmente se construye una nueva torre para el World Trade Center, y se estima que para 2013 serán cinco edificaciones.