Repasamos cinco discos independientes que salieron en 2018. 

Por Lucas González y Juan Martín Nacinovich

Bailemos Juntas – Ibiza Pareo

Cuando la salida de un álbum debut cosecha un gran recibimiento tanto por parte del público como por parte de la crítica especializada, aparece un interrogante algo tedioso aunque inevitable, el clásico ¿qué harán después?, que rápidamente se instala y apura ese deseo de que aprezca un nuevo material. Tres años después de esa primera obra homónima, las Ibiza Pareo no solo demuestran estar a la altura de las circunstancias, sino que elevan la vara con este segundo largo. Ligadas a un sonido latinoamericano como punto de partida, Bailemos Juntas está ideado como un set de electrónica, casi sin cortes entre canciones y con un leit motiv definitivamente bolichero. Mariana La Grasta y Ani Castoldi logran desinhibir a todos tras el primer minuto de “Somos agua”, el track apertura. Desde ese primer asalto hasta el cierre circular con “Agua somos” -la serpiente que se muerde su propia cola-, todo es cadencia y ritmo, soltura y meneo profundo. Estímulos rimbombantes desde el octapad de Castoldi, o mediante los trazos sofisticados de la guitarra de La Grasta, que alterna entre cuerdas y teclas. Incluso en canciones más desaceleradas con aires de balada, como “San Antonio” o “Beso de amor“, el trend bailable baja pero a otra escala, más arraigado al after, como ellas mismas denominan esa faceta. Las Ibiza Pareo están en su salsa, se sienten cómodas atravesando la noche, tocando al aire libre, a plena luz del día, o revisitando con fineza un viejo clásico como “Puerto Pollensa” de Marilina Ross. Juan Martín Nacinovich

Destellos del futuro – Pels

Destellos del futuro, el reciente álbum de los Pels, es una de las obras más finas que ofreció la cosecha nacional 2018. No es casualidad, entonces, que forme parte de la creciente y muy curada discoteca de Pontaco Editores, el sello que nuclea a los integrantes de El Estrellero y a sus respectivos proyectos. Tampoco que uno de los tres invitados sea Litto Nebbia: el hacedor del primer hit del rock argentino interpreta a la par del cantante y guitarrista Agustín “Tingo” Zucal el emotivo y maravilloso folk “Cortina para un programa de televisión”. Hay en el sexteto una vuelta a la raíces, donde se prioriza la lírica por sobre la instrumentación, a diferencia de lo que ocurrió en el EP Funkhaus (2017). Si en su disco anterior, realizado en Berlín y a las patadas, hay densidad y oscuridad, en su nueva producción muestran austeridad (“Junta mis piezas”), claridad (“Día del padre”) y, por sobre todo, canciones despojadas (“Luna negra”). Si el futuro llegó, ya tiene banda de sonido. Lucas González

Hermafrodita – Francisca y Les Exploradores

Fran Sanglietti entendió que su proyecto debía cambiar. No había lugar para las medias tintas. A tono con los tiempos que corren, decidió renombrar a su grupo, que ahora se conoce como Francisca y Les Exploradores. Pero la transformación necesitaba una banda de sonido, y entonces sacó Hermafrodita, un LP emotivo, ecléctico, fresco e inclusivo, que acompaña a la época con “Tan fuerte”, un himno de empoderamiento femenino. El término que le da nombre a la placa, una referencia a la ambigüedad sexual, y que apareció antes de titular los tracks, se acopla muy bien a una pieza que coquetea con varias sonoridades, pero que no se la juega por ninguna: el reggae (“El asesino”), la épica pop (“La señal”) y la electrónica (“Cuentagotas”). Y hasta hay lugar para la introspección (“Plaza Italia” y “Tres Deseos”). Tras dos años de trabajo y maduración, Hermafrodita, que contó con la producción de Gonzalo Aloras, ostenta una poesía más directa y simple que su antecesor, Franco (2016), y muestra en “Villa Urquiza”, en la que canta Fito Páez, y “El invierno”, una canción cool y dark, sus puntos más altos. Lucas González

Dial – Aziz Asse

Programaciones, sintetizadores, samples, efectos foley (conocidos también como efectos de sala, que recrean sonidos perdidos durante la grabación). Dial, el sucesor de La condición de la distancia (2015), conglomera un sinfín de paisajes vanguardistas utilizando un proceso similar al de la técnica del collage. Mezclado por su compañero de Un Planeta, Gaston Le, y producido por el propio Asse, el disco dispone una amalgama moderna, avant-garde, con elementos del pop, R&B y la música electrónica ligada al house. Sin haberse visto nunca personalmente, el platense unió fuerzas vía Internet con el tándem japonés Mukuchi & Hikaru en “Aratamete so omotta”, el primer corte adelanto. Los residentes de Tokio aportan letra, voz, saxo alto y tenor. “Dedos en Dos” despega con el crepitar de una guitarra acústica mientras la base se estira generando una onda de corte funk con aires nipones. Hay unos retazos orientales que se repiten a lo largo de la placa que bien podrían formar parte del OST de una serie de Shin’ichirō Watanabe (Cowboy Bebop; Samurai Champloo). Promediando la placa, en “Fake”, Asse ejecuta una guitarra que funciona como intertexto con “Pasadas las horas“, un track desprendido del álbum Las luces mueran bajo el puente (2016) de Bautista Viajando, su anterior banda. Todo un lujo. Dial es un manifiesto de música moderna, un destello del futuro. Juan Martín Nacinovich

El tratado de los lobos – Ex Dealer

El tratado de los lobos nació durante fines del 2017, sin embargo había algo en la mezcla que no terminaba de cuadrar. En un rapto de osadía, lo borraron de la faz de Internet y se metieron de vuelta al laboratorio. Allí, entre toneles de oscuridad, le dieron al disco (quinto en el haber de Ex Dealer y tercero bajo el ala del sello Fuego Amigo Discos) la pincelada final que buscaban. Durante el correr del álbum, Leonardo Rubio, alma mater del grupo de San Juan, se lamenta de decisiones tomadas en el pasado en un camino de mea culpa e incomunicación. En El tratado de los lobos hay una mezcolanza de tono western, con la región cuyana (más árida, de dunas y desierto) como mascarón de proa, evocando a un Dean Wareheam del espacio cuando se despega de su Luna y se convierte en un trovador solitario. En relación a la lírica, sobresalen algunas revelaciones interesantes: “Hay hombres que encontraron en la libertad/ un cercano parecido con la soledad” (“El tratado”); “Y ahora que he vivido suficiente/ puedo comprender que/ “querer” y “desdén” son, las dos, palabras de seis letras” (“Querer y desdén”). No todo el movimiento manso indie se está gestando en Mendoza; San Juan, de la mano de Ex Dealer, también pisa fuerte. Juan Martín Nacinovich