La dupla presenta nuevo disco, analiza su presente y proyecta su futuro.

Por Lucas González

Fotos por Florencia Mo

Tras media hora de entrevista, donde se conversa de consumos, influencias, formatos, inspiraciones, contextos, bandas y demás, la cantante y guitarrista Mora Riel se confiesa ante ArteZeta: inesperado para algunos, aunque no tanto para otros, Riel, el dueto minimalista que compone con el baterista Germán Loretti, su pareja, es mucho más que sólo música y ruido. “Queremos bajar vivencias más personales, frases que nos marcan o que nos identifican. Al fin y al cabo, es algo que también nos gusta escuchar cuando ponemos una canción”, dice ella.

En la antesala de una nueva producción, hay una evidente búsqueda de reinvención por parte de la dupla. Si en sus anteriores trabajos se destacaba la interpretación por sobre lo que se decía, la intención de aquí en adelante será otra. “Antes era una cuestión que nadie resaltaba. Por eso, trataremos de perfeccionarlo”, apunta Mora.

El futuro de Riel, entonces, está condicionado por su presente y encuentra en Paseo Psicodélico (2018) un punto de inflexión. Integrado por cuatro temas (“Paseo Psicodélico”, “Géminis”, “Instrumental” y “Espacio interior”), el EP funciona como un paso previo a su próximo larga duración, el sucesor de Sueño Eléctrico (2016). “Habrá canciones más parecidas a las que venimos trabajando”, anticipa Germán sobre el LP que planean publicar el año que viene. Y la cantante completa: “Las letras tendrán otra impronta, a diferencia de nuestros discos anteriores, donde muchas eran como haikus, frases cortas y siempre abstractas. En cambio, ahora le estamos dando más bola. Lo mismo con la pre producción, trabajamos un poco más y le metemos una vuelta de tuerca que siempre está buena”.

AZ: ¿Cuánto Influye en el resultado final que cuenten con Estudio Fantasma, su propio espacio para experimentar?

Germán Loretti: Trabajamos de otra manera, ya que tenemos la oportunidad de pre producir, escuchar cómo van quedando las cosas, avanzar en base a lo hecho y así después poder grabarlo bien.

AZ: Una instancia a la que llegan con todo resuelto, ¿no?

GL: Claro, más que nada porque nos gusta grabar en vivo. Intentamos siempre estar lo más afilados y seguros posibles. Para que, siempre que se pueda, quede la primera toma.

AZ: Propósito que nunca es sencillo, por cierto.

GL: No, seguro, pero a veces es la que mejor capta la energía del momento.

Mora Riel: No es fácil, aunque tal vez sí tiene algo que la hace la mejor. Esa espontaneidad y frescura de las cosas es muy importante.

AZ: ¿La perfección por sobre la espontaneidad?

GL: Tratamos de encontrar lo más cercano entre las dos cosas.

MR: Una armonía entre ambas, pero igual Riel es mucho más espontaneidad que perfección. Valoramos bastante la propuesta nueva, buscar sonidos diferentes. Así que no diría que pensamos demasiado en la palabra perfección a la hora de crear.

GL: Además, partimos de la base de que no existe la toma perfecta.

AZ: Teniendo en cuenta la periodicidad con la que publican, ¿cuándo y cómo trabajan las canciones?

MR: En los ensayos, directamente de improvisaciones. O no, por ahí hay una idea, una melodía, algo en la guitarra. También desde la batería. Pero en los ensayos es donde se terminan de formar.

AZ: ¿Y la letra?

MR: Aparece después. En otra instancia, donde me gusta tocar la guitarra eléctrica desenchufada, sin los efectos ni nada. Se siente distinta al tacto. Tiene esa cosa acústica, de rasguear, buscar la progresión de acordes. Lo que hacemos son canciones con un vuelo más noise, aunque tratamos de fusionar las dos cosas. Ese lado más cancionero a veces los trabajo sola. También hago notas de voz, con el celular, y salen muchas cosas de ahí.

De acuerdo a sus autores, Paseo Psicodélico vendría a ser un simple, con un par de singles y lados B, que tiene “una cosa oscura, pero luminosa al mismo tiempo”. Según Mora, “nos lo hicieron notar con el tiempo. Que va por otro camino, distinto al álbum anterior, que era más onírico”. Sin embargo, confiere Germán, “siempre está eso de los sueños y paisajes”.

AZ: ¿Entienden por qué les marcan lo de la luminosidad?

MD: Sí, hasta hay otra intimidad en las letras. Inclusive nosotros, al momento de definirlo, señalamos que era una suerte de reconciliación, de empezar de nuevo, una segunda oportunidad. De hecho, “Monterrey” (2017), el single que sacamos antes que Paseo Psicodélico, tenía una mayor melancolía. En cambio, el EP lo supera o lo trasciende. El por qué lo veo, me alegra que los demás lo hayan notado. El mensaje es bastante optimista, “que vengas conmigo”, y todo como muy buena onda (risas).

Por ese camino va “Espacio interior”, track que comenzó como un ejercicio de improvisación, pero que luego cerraría el flamante registro. “¿Te acordás ese día en el río? El clima parecía ponerse de acuerdo con mi estado de ánimo. No sé si lo viví o lo soñé. El tiempo parecía detenerse y continuar, caprichoso”, recita Mora. Habla por los dos, por él y por ella: “Vos y yo no éramos uno, éramos dos. Dos eligiendo el mismo camino. Tu camino era ahora también mi camino, en un viaje hacia el espacio interior”.

Como tantas otras, coinciden las dos mitades del grupo, era una idea que estaba flotando en el aire. “Fue como un vómito verbal”, explica la guitarrista y admite que si bien tuvo alguna corrección, quedó bastante parecida a la versión original. También, sostiene, pasó por el filtro de Estanislao López, que ofició de productor e ingeniero de grabación. “Nos importaba su opinión”, reconocen ambos.

“Fue una manera de reinventar ciertas cosas de Riel. De mostrar algo distinto. Es un tema especial”, plantea López, quien desde En viaje (2014) trabaja de alguna u otra manera con el dúo: “Pudimos experimentar en el estudio de los chicos, con nuestro ritmo y a nuestro tiempo. Éramos nosotros tres y nadie más”.

AZ: ¿Qué lo hace tan especial a “Espacio interior”?

Estanislao López: Más allá de que Mori es una gran escritora, se trataba de hacer hacer algo nuevo dentro del espacio de improvisación, que nunca se había hecho, con un recitado. Me pareció una idea alucinante. Hay cosas distintas, pequeños cambios que suman muchísimo.

AZ: ¿Por ejemplo?

EL: A la base que grabaron Mori y Ger le agregamos una guitarra. Ella quería sumar una melodía, algún arreglo, porque quería experimentar con la armonía de su propia guitarra y poder tocar arriba de aquello. Lo que metió estuvo buenísimo. Y si bien se editó un poco, lo que se escucha es prácticamente lo que se tocó en el momento. Hay un laburo muy profundo dentro los discos.

 

AZ: ¿Cómo son al momento de trabajar?

EL: Extremadamente meticulosos y rigurosos. Diría que se armó un grupo de tres freaks del detalle. Nos entendemos entre todos: ellos delegan un montón y yo confío en lo que hacen. Hay un feedback constante.

Desde su formación en 2011, Riel sumó apoyo del público, el interés de sellos nacionales e internacionales (Buen Dia Records, Casa Del Puente Discos, Cincope Records, Hallo Discos, Quelonio Records, Alt.vinyl, Cruel Nature Records, Woody Records) y varias millas: tocó en Uruguay, Paraguay, Reino Unido y Estados Unidos, donde participó del prestigioso festival SXSW.

La vigencia del conjunto, piensa López, se debe, primero, a lo llamativo de la propuesta y, segundo, a su entrega arriba del escenario. “Si bien los vi miles de veces, siempre me llamó la atención la sinergia que crean con las personas. Como así también el nivel de intensidad y vorágine de sus shows, que lo mantuvieron con los años. Tienen algo distinto al resto de las bandas”.

A siete años de su formación, Mora asume y concluye: “Cuando arrancamos, era bastante diferente todo en la movida y el panorama en general. Hacíamos música y el que quería venir, venía. No había mayores pretensiones más que contar cosas cotidianas, pero de una manera más mágica”.