A horas del lanzamiento y presentación en vivo de su nuevo disco, hablamos con La Tumba del ALCA, el grupo de culto que cuenta todo sobre su forma de grabación y composición y su particular y envolvente búsqueda sonora. Psicodelia libre del conurbano en constante exploración.

Por Claudio Kobelt

La sensación al escucharlos es la de ponerse un casco de minero, de esos que tienen una luz en su parte delantera. Es la de adentrarse en una cueva y caminar por cada uno de los túneles que el camino ofrece. No desestimar ninguno, abrazar todas las posibilidades y recursos. Es vértigo, golpe, calor, detalle, riesgo, sorpresa y pasión. Escuchar La Tumba del ALCA es emprender un viaje pesado y subterráneo, es una exploración constante y minuciosa por los laberinticos rumbos del sonido, el ritmo y la canción, siguiendo siempre el menos transitado, el más oscuro, el más peligroso, pero de un peligro atrapante, diferente, embriagador.

En su música hay mucho de post-rock, pero que aquí no se vincula con el espacio exterior como es común, sino con lo que late en lo profundo. También puede encontrarse un nexo con cierto mística conurbana, con montar un tren que recorre la distancia entre lo imponente de la urbe y su caos innato, y la romántica naturaleza del barrio. Esa imagen, la del gigante de metal –tan imponente como sensible, rudo y frágil a la vez- montando las venas de fierro, cortando el paisaje, adentrándose en túneles, cambiando de velocidad, de clima, de fondo, de tiempo, parece ser una de las tantas e incontables maneras de graficar y entender la infinita psicodelia y propuesta de La Tumba del ALCA.

El grupo, proveniente del lejano norte del gran Buenos Aires, forma parte del muy interesante Sello Cabello, colectivo discográfico con una importante curaduría dedicada a la experimentación y una búsqueda libre. También se encuentran  relacionados con el trabajo de El Taller de Remedios, casa-taller ubicada en Escobar donde se realizan shows, talleres, se graban discos, se realizan ediciones artesanales y más.

Con un disco editado, y a días de presentar en vivo y lanzar el segundo, hablamos con Luca y Elmo -guitarrista y baterista de La Tumba del ALCA respectivamente– que nos cuentan todo sobre su propuesta, técnicas de composición, formas de grabación y producción -sus dos discos fueron grabados en vivo con público presente- , y todos los secretos para viajar al centro de la canción. Pero antes, un poco de historia.

AZ: ¿Cuándo, dónde y cómo arranca La Tumba del ALCA?

Luca: La Tumba del ALCA nace a partir de la propuesta en el año 2011 que le hace Mateo, del Taller de Remedios, a Emo (batería) de participar en el Ciclo de Piezas Dedicadas. Este ciclo consiste en componer música nueva para luego presentar en vivo, con público, en el Taller, y en grabar el audio de dicho show por el estudio móvil de Depto Records para su posterior edición física con grafica artesanal a cargo del mismo Taller y distribuido por Sello Cabello.

Emo y yo – que toco la guitarra-  nos encontrábamos tocando juntos luego de disolver un proyecto con otros músicos y teníamos cada uno un par de temas que queríamos trabajar. Así que él llamo a El Gringo –guitarra- que venía de tocar blues y era su primera experiencia en una banda de rock, y por mi parte llamé a Lucas -a quien conocía de la agrupación Persona– para que toque el bajo. En más o menos cuatro meses dimos forma a los temas que constituirían nuestro primer disco, grabado el 10 de septiembre de ese año.

AZ: Además de ser grabado en vivo y con público presente incluido, ese fue el primer show formal de La Tumba como grupo. Es decir que grabaron su primer disco en su primer show. ¿Esto fue así? 

Emo: Exactamente así. El primer disco de La Tumba es la primera vez que tocamos en vivo con el proyecto. Una banda que nunca había tocado junta y también la primera vez que pudimos tocar esos temas en vivo, ya que al principio fue todo muy rápido y nosotros no sabíamos lo que estábamos haciendo.

AZ: Perdón por caer en la pregunta típica pero ¿el nombre de la banda viene de la frase dicha por Hugo Chávez respecto a la Cumbre de Mar del Plata del 2005?  ¿Por la elección qué ese nombre? ¿Qué es lo que encontraron de representativo de su grupo en esas palabras?

Emo: El nombre se aparece de forma natural, casi accidental, en un momento donde yo estaba muy metido leyendo historia de América Latina, la dictadura en Argentina,  y rememorando la cumbre en Mar del Plata e informándome sobre el tema. Nos sentimos identificados con ese hito ya que fue un paso gigante para la región. No dejar pisotearse por la potencia en cuestión. De ahí aprendimos que juntos podemos contra todo, y eso es La Tumba.

AZ: En su música se enredan el post-rock, la experimentación, el noise, la psicodelia, y hasta cierta pesadez y machaque stoner por momentos (como en el tema “La llave”). Se percibe una búsqueda de libertad en las posibilidades climáticas del ruido y el silencio, como algo que trata de ir más allá de lo tradicional ¿Cómo describirían uds. la propuesta sonora, melódica y musical de La Tumba del ALCA?

Emo: En La Tumba pasa algo muy loco. Hay tres integrantes que están muy desactualizados con el tema estilos, entonces es muy complicado hablar de géneros para nosotros. Algunos recién nos estamos poniendo a tiro con el stoner y eso, pero no nos parece demasiado atractivo la verdad. Buscamos, si, la libertad. Consideramos que las ideas no tienen tiempo y por ende componer en una métrica determinada no estaría siendo nuestro fuerte.

Somos cinco personas con experiencias muy distintas, cada uno proviene de lugares diferentes con estilos diferentes. Por ejemplo unos aman a Charly y otros lo odian o nunca lo escucharon, y así con toda la música. Considero que metemos todo ese bardo adentro de una coctelera y batimos bien fuerte. Nuestra música tiene mucho porro, eso sí.

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AZ: Pareciera haber una dosis muy fuerte de improvisación cuando tocan sus canciones en en vivo ¿Cuánto hay de eso y cuanto de trabajo de composición previa?

Emo: Las canciones según como se presentan van tomando diferentes caminos. Si bien todo está muy medido y componemos casi todo queriendo o accidentalmente -mediante zapadas de una parte o de todo el tema muchas veces-, hay formas y lugares para todo. Solemos tener espacios donde alguno o varios integrantes tienen piedra libre, y también nos manejamos mucho con el sistema de llamadas clásicas. Onda uno tira un rulo o melodía “avisador” para comunicar que viene la otra parte o tal arreglo.

AZ: ¿Y cuándo graban un disco cómo es? Tanto el primer disco como el que presentan este 10 de junio fueron grabados en vivo, y me pregunto lo mismo pero en cuanto a los registros ¿Cuánto hubo de trabajo de composición y de ceñirse estrictamente a eso durante la grabación, o solamente se plantea una estructura, tipo un comienzo/nudo/desenlace y en el medio se va creando sobre la marcha?

Luca: En cuanto al primer disco hay temas con estructuras definidas desde el comienzo, y otros como “San La Muerte” o  “Espejos para vos, orejas para mi” que nacieron como riffs que al tocarlos largo tiempo fueron surgiendo sub climas que permitieron el desarrollo de la canción.

Ya para el segundo disco, al haber sido mucho más extenso el tiempo en que se trabajó con las composiciones y siendo mucho más colectivo este trabajo, el lugar para la improvisación fue casi nulo. Las formas de los temas estaban muy definidos y solo quedaban algunos lugares en los más nuevos, los menos desarrollados, para terminar de definir ciertos matices y melodías que finalmente surgirían en la experiencia de la grabación en vivo y que luego fueron respetados tomándolos como matriz.

Así sucedió también en el primer disco, pero en mayor medida. Esto responde a una búsqueda pero también se genera a partir de factores accidentales y la adrenalina producto de la particular forma en que grabamos nuestros discos, por eso a veces el “error” y lo espontaneo se convierte en arreglo.

AZ: Hablando de eso, de cómo graban sus discos, y más allá de la invitación del Taller de Remedios a hacerlo de esa manera, ¿Porque eligen ustedes hacerlo así?

Emo: Hay varios motivos por lo que hacemos así las cosas. Primero claramente fue un accidente, un accidente que nos abrió la cabeza hacia una nueva ventana, hacia la búsqueda de un toque realmente copado. Somos nosotros tocando, nada más. No hay sobregrabación, no hay forma de arreglar nada (en realidad sí pero no queremos). Nos gusta la emoción de ese momento de tensión, de hacer a la gente parte de la experiencia del disco también. Para nosotros la realización de un disco es una suerte de viaje al que queremos que te subas.

Luca: Creemos que la música depende de la energía y no solo de quienes tocan los instrumentos, sino también de quienes escuchan, siendo una comunicación en donde todos somos receptores y transmisores. La transformación es colectiva y esas experiencias nos hacen sentir vivos. Por eso adoptamos la propuesta del Taller de grabar nuestros discos de esta manera.



AZ: Recién contaban sobre las diferentes modalidades de trabajo y composición que hubo entre las canciones del disco debut y las de este nuevo registro. Más allá de esas diferencias al momento de la creación y grabación, ¿Qué piensan que Silencio y Persecución tienen en común y que de distinto con respecto al primer disco?

Emo: Este nuevo disco es muy distinto al primero ya que tiene tres temas compuestos por tres integrantes diferentes, y otras dos canciones hechas por todos. Además nos encontramos ya con un tiempo tocando juntos y nos conocemos más, eso hace que la comunicación fluya. Lo notamos más dinámico y enérgico, más rápido y un poco más rockero. Sigue buscando la expansión cerebral y el juego de los tiempos libres pero de forma mucho más contundente.

Luca: La incorporación del Chuly tocando los sintetizadores llevó nuestro sonido a un plano más espacial, despegando un poco del sonido crudo y garagero que teníamos en el primer disco. El cerró y llevó a la práctica una idea que antes era solo una intención que teníamos como banda, convirtiéndose en un aglutinante para todos.

AZ: ¿Cómo forma hoy el grupo?  ¿Quiénes lo integran y en quéroles?

Emo: Lucas (guitarra y bajo), Gringo (guitarra y bajo), Luca (guitarra y bajo), Chuly en sintetizadores, y yo en la batería. En realidad la banda tiene tres guitarristas que se turnan para tocar el bajo, según como surja. No podría dejar de nombrar a Mateo del Taller de Remedios, quien es el sexto Tumba, encargado de la gráfica de la banda y las visuales -los rayos, como nos gusta llamarlas- en vivo.

AZ: Al ser temas instrumentales me intriga saber de dónde vienen los nombres de las canciones. Algunos remiten a personajes literarios por ejemplo, ¿De dónde surgen y porqué lo sienten representativos de la canción que titulan?

Luca: Muchos nombres de los temas surgen por situaciones, asociaciones libres o chistes que se dan en la sala mientras trabajamos con los temas, siempre guardando alguna relación que compartimos. Otros tienen nombres que responden a cierta simbología que le otorga quien lo compone a partir del momento particular en que lo hizo. Creo que refieren a ideas y preocupaciones propias de cada uno en diferentes momentos, intentando generarles un lazo con la música. En estos casos son más arbitrarios y personales y no necesariamente significa que el tema este inspirado en tal personaje o temática, a veces solo funciona como símbolo representativo del momento en que se originó el tema, lo que ocupaba la cabeza de esa persona y su necesidad de expresarlo.

AZ: El primer disco salió en el 2011, y el segundo -por salir- en este 2016 ¿Por qué tardaron tanto en lanzar un nuevo material?

Emo: Procrastinación pura. También cuestiones económicas. El año pasado invertimos la plata para el disco en un festival que organizamos, el Festival Antiego, priorizándolo y sabiendo que era posible recuperarla, cosa que sucedió y por eso ahora pudimos editarlo.

AZ: Y además de la organización del Festival Antiego, también están involucrados en la realización del Ciclo Kamikaze. ¿Qué pueden contarnos sobre estos espacios y cuando habrá otro pronto?

Luca: El Ciclo Kamikaze nace como una necesidad para nosotros, la de generar un espacio cultural y de encuentro en el lugar en donde vivimos. No renegamos de nuestra geografía y al no existir lugares con los cuales nos identifiquemos (como banda o público) sentimos que debemos generarlos. Esto surge con la idea de poder juntar las experiencias propias de cada uno como músicos y oyentes a través de los años, y  las generadas por el Taller de Remedios, con sus premisas de respeto y comunión, y extrapolarlas a un lugar más grande y accesible, teniendo en cuenta que el Taller es una casa.

Intentamos producir un ámbito en donde la comunicación entre las personas que asisten, artistas o no, pueda fluir y que las bandas sean respetadas y tratadas como a nosotros nos gustaría que nos traten. Valoramos la originalidad e innovación en la música, dándonos el gusto de traer a tocar bandas que nos vuelan la cabeza y que coincidimos en la forma de hacer las cosas, como son Fusibles, Los Careters, Paso Viejo, Cuco, y tantas otras más. Compartiendo la noche con artistas del partido de Escobar, generando un ida y vuelta entre diferentes puntos geográficos.

El Festival Antiego es parte también de esta necesidad y comparte los mismos principios, pero surge en primer lugar más como una celebración, como excusa y cierre de año para juntar a todas las bandas con las que hemos compartido escenario o han tocado en el Kamikaze. De celebración se ha convertido, ya con tres ediciones (las últimas dos al aire libre), en una declaración de principios y en un símbolo de unión que deja en evidencia que algo está pasando.

La última edición no solo reunió 20 bandas tocando en dos escenarios, dando por resultado 10 horas de música, sino también una feria con sellos independientes, artistas gráficos, emprendedores de diferentes tipos (como la cerveza artesanal de la zona, Viva Raúl), y gente de diferentes rincones de Buenos Aires y hasta del país que vinieron a este encuentro.

Luego de la presentación de nuestro disco estaremos largando la primera fecha del Ciclo Kamikaze del año en el Colectivo Cultural (Ing. Maschwitz) y en noviembre tendremos la cuarta edición del Festival Antiego, apuntando a seguir creciendo y mejorando esto que hacemos junto a un grupo enorme de gente con las mismas inquietudes y metas.

AZ: Ya mencionaron varias veces al Taller de Remedios, y sabemos que son parte del Sello Cabello. Ambos proyectos tan emblemáticos como activos e indispensables en la escena independiente en la zona norte del GBA. ¿Qué pueden contarnos de estos emprendimientos para aquellos que no están tan familiarizados? ¿Y qué nos recomendarían para ver yo escuchar de Taller de Remedios y de Sello Cabello?

Emo: El Taller de Remedios es una casa que surgió en un momento donde no había nada y nos dio refugio, nos dio psicodelia y abrió una ventana para nosotros. Además de ser un productor de cultura donde se graban discos, se realizan shows de música,  exposiciones plásticas, performances, zapadas de teatro, zapadas temáticas y más, es también el lugar donde hacemos la gráfica. Nosotros y tantos artistas de la zona. Gracias al Taller nosotros podemos confeccionar nuestros discos como queremos y así obtenemos libertad total sobre nuestro trabajo.

Recomiendo ampliamente todo el catálogo de Sello Cabello, ya que no tiene un estilo definido, todos los artistas tienen una búsqueda muy especial y concisa. Quizás Elcho, Sopa de Gaviotas y Nomateo son la frutilla del postre.

AZ: ¿Qué pueden contarnos sobre Silencio y Persecución, este nuevo álbum que estarán lanzando el 10 de junio en El Emergente?

Luca: Este nuevo disco fue grabado en dos sesiones los días 29 y 30 de agosto del 2014 por Depto Records en el Taller de Remedios. La idea fue hacer una grabación de estudio pero con un público limitado de 35 personas cada día. No fue un recital nuestro sino que lo vivimos como la grabación de un disco en un estudio, realizando varias tomas de los temas y hasta definiendo ciertas cosas durante la misma sesión, con la particularidad de tener público presente. Fue una experiencia increíble que comenzó con un primer día en donde la energía y la tensión nos desbordó, dando como resultado un sonido más explosivo y desmedido, muy similar a nuestros recitales. Para el segundo día pudimos procesar lo sucedido y logramos acercarnos a la dinámica que los temas necesitaban, manejando más acorde las sensaciones y la adrenalina de la experiencia en sí.

Las versiones finales de este segundo día son las que conforman Silencio y Persecución, que lleva el mismo nombre que un demo del disco grabado anteriormente a manera de maqueta. El nombre tiene muchos significados para nosotros, desde el de la representación simbólica del uso de ciertas dinámicas en nuestra música, hasta los referidos a cuestiones de introspección personal, situaciones sociales cotidianas y, por qué no, políticas y culturales, aunque, con respecto a esto último, no fue nuestra intención que así sea. Creo que lo amplio del concepto es lo que más nos gusta.

AZ: ¿Cómo sigue el año para La Tumba del ALCA después de esta fecha en El Emergente?

Luca: Estamos terminando de organizar una serie de fechas por diferentes puntos del conurbano, capital y el interior de Buenos Aires con bandas hermanas y en lugares que nos hemos sentido cómodos, para continuar presentando y llevar nuestro disco Silencio y Persecución.

Por otro lado ya nos encontramos trabajando en nueva música, que en parte adelantaremos el 10 de junio, y luego grabaremos a modo de maqueta de lo que sería nuestro futuro tercer disco.

AZ: ¿Cómo contarían que es un show de La Tumba en vivo?

Luca: No es fácil responder esta pregunta, porque me es imposible ser objetivo, pero puedo hablar desde lo que siento a la hora de tocar en vivo. Relacionamos a La Tumba con la sensación de desbordarse y purgar mediante esto, algo que roza lo ritual. Son shows cambiantes, tanto en lo rítmico como en lo dinámico, que aclimatan cierto viaje.

Para quien le intrigue y le interese ver La Tumba en vivo el 10 de junio es una ocasión ideal ya que vamos a estar tocando nuestro primer disco entero, tres nuevas canciones y por supuesto nuestro disco nuevo Silencio y Persecución en su totalidad, con visuales analógicas a cargo del Taller de Remedios, que también presentará una muestra con trabajos realizados para La Tumba. Además nos acompañaran nuestros hermanos de Fusibles y Persona.//z