Para promocionar su cuarto álbum, The Future Is Medieval, los Kaiser Chiefs tuvieron una idea peculiar: subir 20 canciones nuevas a su página web y dejar que cada fan cree su propia versión del disco, eligiendo sus 10 temas favoritos, creando el arte de tapa y hasta permitiendo venderlo via web.

Por Emmanuel Patrone

Cuando parecía que las palabras “sorpresa” y “Kaiser Chiefs” no iban a aparecer juntas en una frase nunca más -después de todo, la banda inglesa hace sólo “pop para divertirse” y sus últimos dos discos fueron bastante irregulares-, aparece el concepto de The Future Is Medieval. La cuestión es así: el conjunto liderado por Ricky Wilson subió 20 canciones a su página web y dejó que cada fan elija 10 de ellas para que forme su propia versión del álbum, incluyendo el diseño de la tapa. No sólo eso: después de comprar digitalmente su versión de The Future Is Medieval, podría venderlo a otros usuarios, ganando una libra esterlina por cada uno que vendiese. Las comparaciones con Radiohead y su célebre resolución de “pagá lo quieras” con In Rainbows (2007) y lo realizado por Devo para su Something for Everybody (2010) -la banda norteamericana también subió partes de nuevas canciones a su página y los fans podían votar sus favoritas para que conformen el disco- no se hicieron esperar y The Future Is Medieval causó una inusitada intriga por su estrategia de democratización.

Antes de hablar de las canciones en sí, es necesario mencionar, aunque sea brevemente, la significación de esta idea. Ya mucho se ha discutido sobre la muerte del formato “álbum”, en tiempos en el que el usuario puede descargar ilegalmente o comprar via tiendas virtuales como iTunes sus canciones favoritas sin necesidad de comprar o descargar el disco entero en el que su tema favorito se encuentra. Algunos sostienen que el álbum como un todo narrativo tanto temático como sonoro perdió algo de prestigio ante el formato de “playlist” o compilado que resulta de este procedimiento, aunque -como es de esperar-, hay artistas y bandas que, tal vez con algún dejo nostálgico, deciden resistir y armar sus discos a partir de un hilo que recorre la obra de punta a punta.

Teniendo en cuenta lo anterior, algo se hace visible: The Future Is Medieval no es un álbum en el sentido estricto. Fue pensado como un set de canciones, que en palabras de los miembros de Kaiser Chiefs “fueron trabajadas de tal manera que se puedan defender solas, sin importar el contexto”. Y aquí empiezan a sobresalir dos puntos fundamentales de la nueva placa de los Chiefs: la primera, es que si hay una banda ideal para este tipo de experimentos, ésa es Kaiser Chiefs. Tal vez con la excepción del debut Employment (2005), el quinteto británico es una fábrica de hits, de singles pegadizos y coreables más que de discos consistentes. El segundo punto tiene que ver con esa “labor” puesta en cada canción y, en verdad, hay que darle la derecha a los Kaiser Chiefs en esta cuestión.

A grandes rasgos, las nuevas canciones demuestran que la banda finalmente ha madurado, o por lo menos va camino a hacerlo. Algunos temas se van por el lado de los clímaxes oscuros y posturas reflexivas o por los detalles y atmósferas densas. No parecen la misma banda que inundaba de “na na na’s” y “oooh’s” las radios del planeta en 2005, aunque sigan afilados en eso de crear una buena canción pop de 3 minutos. Dependiendo de cómo organice cada uno su propia versión del disco, también puede encontrarse con el álbum más ecléctico y completo del grupo, con baladas acústicas como “If You Will Have Me”, pop guitarrero alla Supergrass como “Long Way From Celebrating” y artilugios capitaneados por sintetizadores como “Heard It Break”.

Desde ya, es imposible tratar de dar una apreciación pretendidamente objetiva de The Future Is Medieval, pues cada versión del álbum es distinta a las otras. Lo que sí se puede decir es que desde este espacio se incentiva a los lectores a que se acerque al proyecto. Las canciones hacen que valga la pena el desafío. Y aunque una versión física oficial y definitiva se espera para las próximas semanas, se la podría considerar, a partir de este juego, como apenas una de las miles de combinaciones posibles.

AZ recomienda: “Starts With Nothing”; “Little Shocks”; “Long Way From Celebrating”; “Man on Mars”, “Can’t Mind My Own Business”; “Back in December”; “When All Is Quiet”; “If You Will Have Me”; “Saying Something”; “Child of the Jago”.