A propósito de su nuevo disco Momentary Masters, el guitarrista de The Strokes habló de su amor por Argentina, de los efectos compositivos en su rehabilitación de las drogas y, por supuesto, del futuro de la banda neoyorquina.

Por Agustín Argento

Albert Hammond Jr. atiende el teléfono de buen humor, agradece por la entrevista y casi al mismo momento explica que para él “Argentina no es un lugar más para visitar, es más bien un hogar”. Como casi todo el mundo sabe, Hammond Jr. es hijo del compositor británico homónimo, quien en una visita al país en la década del ’70 conoció a la modelo Claudia Fernández y se fue con ella a los Estados Unidos, donde nació el guitarrista.

“Realmente tengo ganas de ir, agarrar una moto y recorrer el Interior. Me han hablado de Bariloche y de que hay mucho para conocer. Además, quiero estar un par de meses para practicar bien el idioma. En Buenos Aires tengo familia y para mí es como un hogar”, explicó Hammond, quien en sus visitas anteriores salió a dar vueltas por las tanguerías porteñas y quedó fascinado con los bailarines: “Hacen unos movimientos que a mí me encantaría hacer, pero que no me salen”, confesó entre risas.

Tal vez su sueño se cumpla. Con Momentary Masters, su tercer disco solista en la calle, para el autor de éxitos como “Last Nite” y “Someday” ya se abrió la temporada de shows, aunque por el momento Sudamérica no aparece en la lista. “Ya les pedí la agenda a mis productores, pero todavía no me la dieron. Estoy ansioso por empezar a presentar el álbum y llevarlo a Argentina, lo cual seguramente suceda, porque hasta el verano (boreal) que viene, voy a estar con esto”, resaltó.

Esta respuesta dejó la hendija necesaria para la pregunta que todos los fanáticos de The Strokes quieren escuchar: ¿Se juntan o no? ¿Hacen gira? ¿Nuevo disco? “Tenemos un par de fechas en Estados Unidos este año, pero no sé nada sobre el futuro. Y eso me encanta. Me lo tomo muy liviano y así está muy bien, sobre todo porque estoy con las pilas puestas en Momentary Masters“.

Este nuevo trabajo, como los anteriores, tiene muy poco que ver con The Strokes, aunque el sonido eléctrico distintivo de la guitarra de Hammond Jr. esté presente en toda la placa. Las influencias, explicó, son varias y actúan de forma inconsciente. “La música simplemente está ahí y en determinado momento tomo una dirección. No es que digo ‘bueno, voy a hacer una canción de rock o acá tengo algo pop’” comentó, tras lo cual agregó que la producción del disco fue muy “estimulante”, debido a la colaboración del resto de la banda y “al desafío de ir cambiando todo el tiempo, hasta llegar a elegir la toma final para cada canción”.

Así en Momentary Masters, por ejemplo, se puede escuchar algo de soul en “Power Hungry”, un clásico pop en “Losing Touch” y un riff heavy en “Caught My Shadow”. A su vez, el músico señaló que el concepto del disco es al estilo yin yang, es decir, que cada uno tiene un lado oscuro y otro claro, pero sin ser definitivos. Todo esto se combinó en un momento en el que ya se encuentra “limpio de drogas”, tras una etapa en la que los vicios casi se lo llevan puesto.

“Cuando uno conoce la totalidad de esos opuestos, es cuando se los puede usar en una dirección positiva. (…) Siempre que empiezo a escribir tiene que haber una conexión y una percepción para hacerlo. A veces, cuando estaba dado vuelta, sonaban voces en mi cabeza que no podía apagar, por lo cual no podía concentrarme. Ahora es genial, porque no sólo me puedo concentrar y tomarme más tiempo en crear, sino que puedo volver y ver cómo me sentía cuando estaba drogado”, dijo.

Además, sostuvo que “para toda la vida” será un adicto en recuperación porque “siempre es un intentar y buscar la forma de seguir adelante y de no volver atrás, es así como funciona”. Y en ese seguir adelante y no volver atrás se encuentra el entusiasmo por su carrera solista y la gran incógnita sobre el futuro del famoso quinteto liderado por Julian Casablancas. //z